martes, 21 de julio de 2015

Tiempo fuera (Impresiones de Ottawa).

Dos semanas.

Han pasado dos semanas desde que dejé Montréal y aunque he estado danzando alrededor del Midwest Americano durante unos días antes de llegar a mi México Lindo y Querido, no pasa un día en el que no piense en la Estación Guy-Concordia, con su gente, su movimiento y el magnífico paisaje urbano que me acostumbré a ver cada mañana los pasados tres meses.

Entonces, a pesar de que estoy sana y salva de vuelta en México y ha pasado más de un mes en el que no he estado en el blog (porque como siempre, la vida está muy loca y yo soy muy desorganizada), las siguientes semanas estaré posteando sobre mis aventuras en Canadá. Aún. Sobre todo porque hay todavía mil cosas que decir sobre la ciudad que me adoptó durante mi sabático-no-planeado, pero también porque muy pronto me estaré mudando otra vez. Ahora, a un lugar al que espero llamar mi hogar por tiempo considerable.


Pero bueno, de vuelta a Canadá.

Después de estar volviéndome loca con la locura ajena en Montréal, decidí tomarme un fin de semana para visitar Ottawa. Como ustedes saben, Ottawa está localizada en la provincia de Ontario, mientras que Montréal está en Québec. Aún así, el viaje no es muy largo y con algo de organización pude tomar un bus de dos horas a la ciudad capital.

La cosa con Ottawa es que aún siendo la capital de Canadá, es mucho más tranquila que Montréal. Ottawa es más limpia, más organizada, más amable y pintoresca...una belleza. Por el otro lado, también es más calmada y el permanente sentimiento de fiesta que reina en Montréal, aquí no está tan presente. Aún así, me la he pasado muy bien. Sobre todo porque necesitaba un break de mis Quebecois y su francés, pero también porque moría por ver los Museos, el Parlamento y sobre todo...el Canal Rideau, Patrimonio Cultural de la UNESCO. (Soy un cliché). 

Mi primera parada ha sido el Museo Canadiense de Historia, localizado en Île-de-Hull, QC (No es precisamente Ottawa, pero por ahí). Además de albergar varias Exhibiciones Temporales, el museo cuenta con la Sala de las Primeras Naciones, la Colección Canadiense de Estampas, el Museo Canadiense del Niño y una Pantalla IMAX, convirtiéndolo en uno de los museos más grandes e interesantes que he visitado en un bueeeen rato.


Eso sin mencionar las increíbles vistas que se tienen del Parlamento desde aquí.


La siguiente parada fue Rideau Hall, casa del Gobernador General y los Monarcas Canadienses (o sea, la Reina Isabel). Los jardínes que rodean la propiedad son más bien un Arboretum construido a lo largo de muchísimos años por los dignatarios que visitan Ottawa, a quienes se les pide que planten un árbol en la propiedad. Caminando alrededor he podido descubrir los árboles de varios presidentes mexicanos, así como el Árbol de Mandela y muchos de la Reina Isabel, entre otros. 


Durante la Segunda Guerra Mundial, Rideau Hall fue la casa en exilio de varios monarcas europeos, entre los que se encontraba la Reina Juliana de Países Bajos, quien dio a luz a su segunda hija, la Princesa Margriet, en Ottawa. Para que la bebé pudiera ser únicamente holandesa, la sala de maternidad donde nació se declaró extraterritorial por el Gobierno Canadiense. Es por eso que Holanda envía 10, 000 tulipanes a Canadá cada año, dando origen al Festival de Tulipanes de Ottawa. 


Después, he visitado el Canal Rideau --bello e inmenso. 


Y justo después, he visto el Parlamento y me ha dejado encantada. ¡Es majestuoso! 


Finalmente, después de correr al Mercado ByWard por un Obama Tail (una variación de los Queues de Castor canadienses), he ido a la Galería Nacional de Canadá a ver Maman, una escultura gigantesca de una araña, hecha por Louise Bourgeois en los 90's como homenaje a su madre. La Araña de Ottawa, como también se le conoce, representa fuerza y protección.


A pesar de que estuve en Ottawa muy poco tiempo, puedo decir que el lugar me ha encantado. Me habían aconsejado que lo evitara, ya que no hay mucho que hacer en cuanto a vida social. Sin embargo, cuando se disfruta de los Museos y las vistas increíbles, creo que Ottawa es imperdible. 


Ottawa, estás hermosa. Gracias por dejarme disfrutar tanto de ti.